miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA DISCAPACIDAD VISUAL


1. Discapacidad visual/Deficiencia visual
2. El desarrollo en las distintas etapas.
3. N.E.E. más frecuentes en alumnos con discapacidad visual
4. Criterios de adaptación del acceso al currículo


1. Discapacidad visual/Deficiencia visual

 Entendemos por discapacidad discapacidad una disminución significativa de las posibilidades de actuación del individuo en alguna de las áreas básicas de funcionamiento, condicionada por alteraciones a nivel de los sistemas biológicos que sustentan la función de que se trate, pero también por su experiencia psicosocial y aprendizaje a lo largo de su vida, así como por los apoyos que la sociedad le proporciona en los ámbitos familiar, escolar y comunitario.



àDeficiencia visual

La discapacidad visual es una disminución significativa del acceso del individuo a los estímulos visuales originada por deficiencias en uno o más de los elementos del sistema formado por los órganos de la visión, las vías nerviosas que conducen el estímulo visual al sistema nervioso central y las estructuras cerebrales responsables de procesar esa información.

Las causas de estas afecciones son patologías diversas y pueden afectar a la función visual en diferentes aspectos:

-Agudeza visual: Es la capacidad para discriminar entre dos estímulos diferentes, influyen factores, como las anomalías en el ojo, la edad, el contraste, el estado de fatiga, etc. fisiológico, etc. 
-Campo visual: Es el ángulo que forman los límites máximos de visión de un ojo, tanto en el eje arriba/abajo 
àDiscapacidad visual.
La discapacidad visual, el criterio clave es el nivel de funcionalidad que presenta la percepción visual o capacidad para acceder a la información visual del entorno e interpretarla, lo que depende del nivel y tipo de deficiencia orgánica, de si ésta es monocular o binocular y de otros factores como la experiencia visual del individuo
2. El desarrollo en las distintas etapas.
El del niño ciego no es un desarrollo deficitario, sino un desarrollo que evoluciona con algunas peculiaridades, que afectan de modo especial al desarrollo motor y cognitivo
En lo que se refiere al desarrollo motor, la posible aparición de eventuales dificultades depende esencialmente de que el niño o niña reciba una adecuada educación y entrenamiento, tanto a nivel psicomotor como en habilidades de orientación y movilidad.
Y en lo que afecta al desarrollo cognitivo, podemos resumir sus peculiaridades como sigue:
  • En la etapa sensomotriz. En los 4-5 primeros meses su evolución es similar a la del niño normovidente, pero hacia el 5º mes comienza a producirse un retraso considerable en la coordinación perceptivo-manual y en la búsqueda de los objetos, como consecuencia de tener que sustituir la información visual de los objetos y el espacio por información táctil y auditiva.

  • En la etapa preoperacional. En el período que va del primer al sexto año de vida, dado el papel que la percepción visual tiene para la formación de representaciones mentales y el desarrollo de la función simbólica, ese retraso inicial se va profundizando en las funciones que dependen de esos factores, como la imitación o el juego simbólico.
  • En la etapa operacional. A lo largo de la cual los niños adquieren la capacidad de operar mentalmente, dependiendo cada vez menos de lo perceptivo y más de las representaciones mentales, el niño ciego presenta dos rasgos peculiares relevantes:
         -El lenguaje ocupa un papel absolutamente preponderante como motor del desarrollo              psicológico durante este periodo, no presentando ningún tipo de retraso respecto al patrón evolutivo del vidente
        -Se acentúa el desfase entre el desarrollo verbal y el del pensamiento espacial figurativo, que al carecer de visión se construye a partir de las representaciones enactivas (acción motriz sobre el entorno) y hápticas (basadas en la combinación de sensaciones táctiles y cinestésicas).
  • En la etapa del pensamiento formal. A lo largo de la adolescencia se desarrolló el pensamiento lógico formal, caracterizado por la capacidad para pensar sobre lo que "es posible", formulando hipótesis y verificándolas más tarde en los hechos, proceso que es esencialmente lingüístico, ya que dicho pensamiento es claramente proposicional. En este periodo, la evolución del niño ciego se caracteriza, pues, por un desarrollo normal, cuando no superior, del pensamiento formal, en la medida en que esta forma de pensamiento depende en gran medida del lenguaje.
3. N.E.E. más frecuentes en alumnos con discapacidad visual
àEL alumno ciego o con DVG.
  •  N.e.e. de acceso al currículo.
-Dotación de recursos personales: Suelen precisar el apoyo de un equipo multiprofesional compuesto por: psicólogos o pedagogos, trabajador social, técnicos en rehabilitaciones básicas (orientación, movilidad y autonomía) y profesores especialistas en ciegos y DV graves.
-Dotación de medios materiales extraordinarios: Incluyen tanto materiales didácticos convencionales adaptados (mapas en relieve, modelos anatómicos desmontables, brújulas adaptadas,...) como materiales específicos: auxiliares ópticos en caso de existir restos visuales, recursos de acceso a la información mediante el oído (por ej., textos grabados) y mediante el tacto, materiales específicos de lectura y cálculo para ciegos, materiales tiflotécnicos, etc.
-Adaptación del acceso a las instalaciones educativas: Debe conllevar eliminación arquitectónica de las barreras físicas, así como orden estable y regular del mobiliario, señalizaciones acústicas de ciertos puntos de referencia, colocación de objetos que sirvan como señalización de los lugares por el tacto (incluidos rótulos en Braille), etc.
  • N.e.e. de adaptación del currículo.
-Modificaciones del qué enseñar, mediante la introducción de ciertos objetivos y contenidos específicos, como son:
   o Enseñanza para el aprovechamiento máximo de los demás canales sensoriales de acceso al información, con especial atención a la percepción háptica.
  o Enseñanza de habilidades de orientación y la movilidad.  
  o Enseñanza de habilidades de autonomía en la vida diaria y de habilidades para la interacción social (comportamiento adaptativo).
  o Enseñanza de la lectoescritura y de las habilidades de cálculo aritmético mediante métodos adaptados y la utilización de materiales (sistema Braille) que requieren un adiestramiento específico.
  o En el caso de los alumnos con DVG, programas de estimulación visual para el aprovechamiento de restos.
-Modificaciones del cómo enseñar. La mayor parte de las modificaciones del currículo ordinario que son necesarias son de tipo metodológico, como:
  o Hacer las explicaciones verbales en clase lo más descriptivas y concretas que sea posible y, de ser posible, facilitando al alumno objetos que le ayuden a explorar ese contenido por otras vías sensoriales complementarias.
  o Evitar los aspectos gestuales del lenguaje usados sin otro tipo de referencia complementaria que ayude al alumno a captar ese aspecto del mensaje.
  o Cuando se usen medios A.V. complementarlos con audio-descripción.
  o Introducir materiales adaptados o alternativos para que pueda participar el alumno con ellos en las actividades del aula (por ejemplo en cálculo).
  o Situar al alumno con un compañero o compañera que pueda verbalizarle la información visual que, inevitablemente, quede fuera de su alcance.
  o Dedicar algún tiempo a la preparación y/o al refuerzo posterior de los aprendizajes con actividades complementarias individualizadas.
  o Cuidar el ruido ambiental, reduciéndolo al máximo posible.
-Modificaciones del cómo evaluar. En los procesos de evaluación, finalmente, es también preciso realizar las adaptaciones necesarias, tanto en los materiales como en el procedimiento de evaluación.
àEl alumno con déficit visual.
Aunque dependiendo de los restos visuales pueden presentar algunas de las n.e.e. del grupo anterior, las más características son las siguientes (Bueno y otros, 1999; CAIDV, 1999):
  • Necesidad de complementar la información recibida visualmente con otros sentidos: Cuando el resto visual no les permite acceder a toda la información, puede ser necesario complementarla a través de información verbal o táctil.

  •  Necesidad de mejorar la funcionalidad del resto visual mediante estimulación y entrenamiento visual: Habitualmente estos alumnos y alumnas necesitan “aprender a ver”, es decir, aprender a utilizar su resto visual de la manera más eficaz posible.
  •  Necesidad de conocer y asumir su situación visual: Esta necesidad se acentúa en los alumnos y alumnas con déficit visual. La presencia del resto visual hace que no se identifiquen como personas con déficit, lo que, en muchos casos, conlleva el rechazo de las ayudas y programas educativos que compensarían las necesidades educativas que presentan.
4. Criterios de adaptación del acceso al currículo
Entrando ya en estos diferentes tipos de adaptaciones, podemos destacar entre las de acceso para el alumnado con DV las siguientes:
àAdaptaciones de acceso físico a las instalaciones:
Tienen como finalidad permitir el acceso físico del niño a las instalaciones escolares y su autonomía en el uso de las mismas, lo que exige dos tipos de medidas complementarias: la eliminación de barreras arquitectónicas y la adaptación de los espacios escolares. En el caso del alumnado ciego o DVG, fundamentalmente, se precisa este tipo de adaptaciones, entre las que destacan el mantenimiento sistemático de la organización de los objetos en las zonas de uso común y la utilización de señalizaciones sonoras y táctiles para posibilitar el uso autónomo de las dependencias por parte del niño.
àDotación de recursos personales extraordinarios.
De manera temporal, las personas ciegas o DVG suelen también precisar los diferentes servicios, además de los servicios educativos ordinarios y generales. Así precisan de personal especializado en la enseñanza de habilidades de orientación y movilidad, profesorado especialista en entrenamiento visual, refuerzo pedagógico en diversas áreas del currículo básico, especialistas médicos, sociales y psicopedagógicos para la educación multidimensional y el asesoramiento al profesorado ordinario, rehabilitación psicomotriz, etc. En más de un caso, deben considerarse también como servicios necesarios específicos algunos no estrictamente educativos, como el apoyo psicoterapéutico al alumno y a su familia. Como para otras discapacidades, para la DV existen en nuestra comunidad equipo multiprofesionales especializados, conveniados entre la CEJA y la ONCE, formados por psicólogo y/o pedagogo, trabajador social, técnicos en rehabilitación básica (orientación y movilidad) y profesor/es especialista/s, con tareas de asesoramiento y de atención directa en los servicios de evaluación psicopedagógica y rehabilitación.
àDotación de ayudas técnicas recursos didácticos específicos y adaptados.
Son, en palabras de García y Puig (1999), “utensilios para que el individuo pueda compensar una deficiencia o una discapacidad sustituyendo una función o potenciando los restos de la misma”.

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